Al día siguiente del 50º aniversario del inicio de una insurreción tibetana contra Pekín reprimida por el ejército chino, los órganos de prensa del Estado lanzaron virulentos ataques contra el líder espiritual del budismo tibetano.
"El 'infierno en la Tierra' es en realidad un 'paraíso terrenal' para el pueblo tibetano", afirmó la agencia de noticias China Nueva en uno de sus comentarios.
Desde su exilio en Dharamsala, en el norte de India, el Dalai Lama había afirmado el martes todo lo contrario. "Una vez ocupado Tíbet, el gobierno comunista chino ha realizado allí toda una serie de campañas de violencias y represión (...) Los tibetanos han vivido literalmente un infierno en la Tierra", denunció.
Para China Nueva, el líder tibetano es "como un niño que intenta llamar la atención con lloriqueos".
"El viejo monje marginalizado lanzó más acusaciones falsas y demomagógicas, pero todo es falso", afirmó China Nueva.
Pekín no cesa de afirmar que está abierto al diálogo con el Dalai Lama, al tiempo que acusa al líder budista de querer la independencia de Tíbet. Este afirma sin embargo reclamar únicamente una amplia autonomía para la región.
Tras la invasión y la ocupación de Tíbet por China en 1950-1951, el 14º Dalai Lama huyó el 17 de marzo de 1959 y cruzó la frontera india el 30 de ese mismo mes, cerca de tres semanas después del inicio de una rebelión contra el régimen chino en Lhasa violentamente reprimida.
China afirma haber efectudo en Tíbet reformas democráticas que pusieron fin, según Pekín, a una sociedad teocrática feudal que explotaba a millones de "siervos".
"El 'infierno en la Tierra' es en realidad un 'paraíso terrenal' para el pueblo tibetano", afirmó la agencia de noticias China Nueva en uno de sus comentarios.
Desde su exilio en Dharamsala, en el norte de India, el Dalai Lama había afirmado el martes todo lo contrario. "Una vez ocupado Tíbet, el gobierno comunista chino ha realizado allí toda una serie de campañas de violencias y represión (...) Los tibetanos han vivido literalmente un infierno en la Tierra", denunció.
Para China Nueva, el líder tibetano es "como un niño que intenta llamar la atención con lloriqueos".
"El viejo monje marginalizado lanzó más acusaciones falsas y demomagógicas, pero todo es falso", afirmó China Nueva.
Pekín no cesa de afirmar que está abierto al diálogo con el Dalai Lama, al tiempo que acusa al líder budista de querer la independencia de Tíbet. Este afirma sin embargo reclamar únicamente una amplia autonomía para la región.
Tras la invasión y la ocupación de Tíbet por China en 1950-1951, el 14º Dalai Lama huyó el 17 de marzo de 1959 y cruzó la frontera india el 30 de ese mismo mes, cerca de tres semanas después del inicio de una rebelión contra el régimen chino en Lhasa violentamente reprimida.
China afirma haber efectudo en Tíbet reformas democráticas que pusieron fin, según Pekín, a una sociedad teocrática feudal que explotaba a millones de "siervos".
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